Sara

Nos despertamos un día con una despedida que nunca existió. Solemos vestirnos de noches de alcohol y bailamos resacas de lujuria. Volamos alto y nos despertamos con los pies en el suelo queriendo no dejar de tocar el cielo. Parece que nunca deberíamos habernos conocido pero la locura debe unirse para vivir feliz.